miércoles, 4 de agosto de 2010

Con todo Irrespeto.


Viajo mucho en colectivo. Bastante, qué sé yo. Lo suficiente para dedicarme a observar a la gente, y darme cuenta de algunas cuestiones que refieren a mi entorno social (sí, en un colectivo). No hace falta irse más lejos que de acá a mitre y 12 para percibir algunas cosas.
Y la falta de caballerosidad de algunos (muchos) hombres es una de las cuestiones más notorias.
Episodio de hoy:
Sube un matrimonio, el hombre con un bebé en brazos. Pasan caminando por los primeros asientos (los reservados, sisi esos), y nada. Nadie se mosquea, nadie cede. De un rápido vistazo me doy cuenta que, si bien un par de los lugares los ocupaban las personas que los merecen, dos estaban ocupados por un hombre relativamente joven y un adolescente. Desde mi lugar, paradita, no dije nada. 
La cuestión es que la pareja avanza un poco más, hasta que una señora, SISI UNA VIEJA, les cede el asiento. Entonces la mujer de agarra al bebé y se sienta, mientras el hombre se queda parado ahí nomás. Unos murmullos comienzan a elevarse: "¿Y los hombres? ¿Por qué nadie cede el asiento?" Y cosas por el estilo. Hasta que una mujer (capa, capa de las capas), una tipa joven, se para y dice indignada, "ustedes dos, disculpen no, pero no les parece que tienen que dar su asiento? Esos asientos están reservados para embarazadas o gente mayor, ¿a ustedes les parece que una señora mayor le haya tenido que dar el asiento a una señora con un bebé? Y les dijo muchas cosas más. El chofer -más otro chofer que iba charlando con él- en seguida le dijeron al tipo que se levante y lo ceda, a lo que ambos (parecían padre e hijo) se levantaron de total mala gana y se pararon cerca de la puerta, ¡y empezaron a despotricar contra la tipa! Le decían, callate, tomatela, sabes la patada que te daría, ¡de todo! No pude con mi genio. 
Lo resumo; una pelea en todo el bondi. Participaron hombres, mujeres (yo incluida) pero en fin: estos dos indeseables no dejaron de faltar el respeto. ¡Qué inmundicia de seres! El hombre se excusaba con que venía de hacerse no sé qué cosa en la retina y no veía nada. Entonces yo le dije, señor nosotros no sabíamos eso, además el chico ya dio el asiento, siéntese en el que quedó libre. Pero no, el chabón ya estaba enojado. Y no se sentó, pero no dejó de insultar, y yo no dejé de decir "pero qué falta de respeto" durante todo el viaje, a viva voz por cierto. Era lo menos que podía hacer. Qué gente bazofia, ¬¬. 
Hombres poco caballeros, irrespetuosos, maleducados, MUY descorteses. Chau.

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