M A G I A !

Tengo la familia MENOS familiera del mundo. Damos asco; sí, todos. Nunca nos visitamos, ni siquiera cuando nace un bebé nuevo, ni siquiera para los cumpleaños, ni siquiera para las fiestas. A gatas si nos llamamos por teléfono para decir feliz cumpleaños (y si no hay nadie dejamos mensaje, no vaya a ser que intentemos de nuevo).
Los domingos que me quedo en mi casa -generalmente porque mi novio juega a la pelota y no encuentro qué hacer- son lo MÁS deprimente del planeta. Me despiertan; almorzamos. Mamá y papá duermen, Dante y yo vamos de la computadora a la cama, de la cama a la tele, de la tele a las galletitas, Dante hace tarea o duerme, yo ME EMBOLO. Pero mal eh. El aburrimiento es uno de mis más grandes problemas. Porque me produce indefectiblemente mal humor. Malo malo. 
La otra vez mamá me dijo que trate de quedarme acá los domingos, que me paso el día entero de mi novio, y es "el único día que estamos juntos acá". Bueno: hace tres domingos que me quedo acá; resultado: la nada misma. No salimos a tomar un helado, no salimos a dar vueltas con el auto, no vimos una película juntos, no nos sentamos a charlar de algo, ni siquiera merendamos los 4 juntos, por decir algo. Ni hablar de ir al cine, a pasar un día a La Plata, yo qué sé, algo. Si tan cansados están, si tan necesario es cortar todo el pasto y barrer todas las hojas más o menos cuatro horas seguidas, si tan necesario es lijar/arreglar/pintar/etc y planificar para la semana todo el día entero; entonces, ¿para qué me tengo que quedar acá?