jueves, 16 de septiembre de 2010

En entradas anteriores ya dije que me FASTIDIA profundamente que se me cambien, por diferentes razones, los planes que ya tenía armados para un día. Lo mío ya es obsesivo, porque incluso me molesta cuando los planes eran malos/aburridos/desagradables, o cuando tengo mucho sueño y prefiero dormir antes que cualquier otra cosa en el Universo, IGUAL me molesta. Es patológico, lo sé.
Hoy con este clima apestoso me quedé sin mi clase de atletismo, lo cual no es lo peor, ya que últimamente me da mucha fiaca acercarme a esa pista, pero sí es lo peor porque hay un torneo demasiado pronto. De hecho creo que acabo de perder la última clase antes de la competencia. FUCK! Ya ni me acuerdo cómo entregar el bendito testimonio. Y lo peor es que al final no llovió! Pudrite, San Pedro.

Hace varios días que tengo en la mente un tema sobre el cual quiero hacer una entrada acá, pero vaya problema: ahora no lo recuerdo. Eso también me fastidia, y sumado a este mar de pesimismo, mi alumno me canceló la clase de hoy a último momento. Léase: me acosté a dormir una hora cuando volví de la Facultad, me desperté con todo el esfuerzo del mundo, me cambié para atletismo (pobre ingenua), lo llamé para avisarle a que hora iba y... "Ay no vengas porque tengo que irme a la psicóloga"
DIOOOOOOOOOOOOOOOOOS! Sí mi amor, andá a la psicóloga y pedile una sesión doble, a ver si logra enseñarte a que dejes de cagarte en tu profesora particular y le avises con tiempo cuando no querés que vaya! Mierda! Ergo: no hay plata para el fin de semana. Ni diez pesos, me parece.

Voy a seguir haciendo esfuerzos de recordar el tema sobre el cual quería escribir... Mientras tanto, see you Blog (:

1 comentario: